El CLT y sus 30 años de historia

La madera contralaminada, más conocida por su acrónimo CLT, es un producto de ingeniería en madera que promete llevar la construcción a otro nivel. Es un material eficiente para su uso en diversas tipologías, tanto en edificios bajos como altos y, además, compite directamente con el hormigón y el acero en materia de resistencia, velocidad de construcción y coste. Sin embargo, el principal atractivo del CLT radica en el hecho de que, además de ser un material de construcción seguro, es un material sostenible, lo que supone una ventaja mayor respecto a otros materiales de construcción.

¿Quién inventó el CLT?

La madera contralaminada apareció por primera vez en Europa, concretamente en Austria y Alemania, a principios de la década de 1990. Luego, a mediados de la década, se realizó una investigación conjunta dirigida por Austria que dio como resultado la producción de CLT en su forma moderna.

¿Cómo se fabrica el CLT?

El insumo básico para la fabricación de la madera contralaminada es la madera maciza. Esta se cepilla, se seca al horno y se troza. Luego, las tablas de madera se apilan unas encima de otras en capas, conocidas como láminas; cada lámina es perpendicular a la de abajo. Las láminas se pegan entre sí con un adhesivo no tóxico y ecológico, luego se presionan hidráulicamente para lograr resistencia.

El tamaño de los paneles de CLT está restringido en ancho al tamaño de la maquinaria de fabricación y en longitud al medio de transporte utilizado.

¿Para qué se utiliza el CLT?

Los paneles CLT se pueden usar para muros, losas y techos tanto en estructuras portantes como no portantes. Al principio, la madera contralaminada se utilizó para la construcción de edificios de baja y mediana altura, pero en los últimos años se ha convertido en una opción en alza para construir edificios de gran altura.

¿Por qué usar CLT?

Las ventajas del CLT respecto a otros materiales derivados de la ingeniería de la madera son numerosas. A continuación se mencionan algunas de sus ventajas:

Los muros, losas y techos construidos con CLT pueden prefabricarse y luego ensamblarse en la obra, reduciendo el desperdicio.
Las máquinas CNC se pueden utilizar para producir paneles CLT de forma personalizada, considerando las aberturas de ventanas o puertas.
Otra ventaja de la prefabricación de paneles CLT es que acelera el proceso de construcción. Un edificio de 18 plantas podría construirse en tan solo 9 semanas.
El CLT se puede moldear para darle diferentes formas, incluso curvas. Los paneles pueden curvarse durante el proceso de fabricación.
El CLT puede ser más resistente al fuego que algunos aceros no tratados. Cuando se somete al fuego, su capa exterior se convierte en carbón aislante que puede mantener el fuego a raya durante 30-120 minutos.
La posibilidad de calcular exactamente la cantidad requerida de CLT para una estructura y la capacidad de planificar desde el inicio todo el proceso también reduce el coste total.

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